15.6.10

mariposas, 2009


¿Cuál sería la mariposa conocida em su integridad sino la sometida al éter y definitivamente clavada em su panel de corcho? Está claro que esa integridad es ilusória, puesto que le falta nada menos que la vida. No vale más uma mariposa esquiva pero viva – móvil, errante, que muestra y oculta su belleza com el batir de sus alas-, aunque por ellos nos sintamos frustrados e inquietos?[1]



[1] DIDI-HUBERMAN, Georges. La Imagen Mariposa. Barcelona: Mudito & Co, 2007. p. 13.

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